Dos citas de Mariano Otero, en su célebre voto particular de 1847:

«La Constitución,  para que sea respetable y duradera, es decir, para que tenga existencia sólida,  necesita no contener sino muy pocos principios, todos fundamentales,  y si es posible ninguno disputable»

«Declarar, como lo hicieron las Bases Orgánicas, que toda la Constitución puede reformarse cualquier día, sí es cosa de peligro hablándose de una Constitución tan sólida como la de Inglaterra, sería proclamar entre nosotros que el país debe permanecer eternamente inconstituído …»

Poco hemos aprendido los mexicanos de la historia, pues nuestra Carta Queretana de 1917 no contiene pocos principios, sino que es un súper reglamento, que pretende abarcar todos los supuestos normativos (lo cual es propio de una ley ordinaria o una norma de menor jerarquía). De igual manera, seguimos con el incesante afán de reformar el Pacto Federal por nimiedades, lo que, siguiendo a Don Mariano Otero, implica que estamos eternamente inconstituídos como país.